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Monthly Archives: junio 2008

Hoy tengo una entrevista de trabajo. Ayer me dieron dinero para comprarme ropa prolija y una facha prolija para la cita. Me gustaría decir que lo gasté en drogas, pero no. Tampoco pasé por una peluquería, ni me compré un cinturón. La plata, cinco billetes prolijos, siguen en el mismo bolsillo en el que los guardé por primera vez. Y seguro que llego tarde porque me quedé escribiendo esto. A horcajadas por la vida, como decía P.

 

  +         The Go! Team – Junior kickstart

Viva elástico

 

Los 107 faunos

Sr. Tomate

Por descontado, si se hace director de empresa, escribirá. Si es ingeniero o arquitecto, pintará o hará escultura. Andará a horcajadas sobre la línea divisoria, consciente hasta el punto de saber que está recibiendo la peor parte de los dos mundos, pero sin dejar de preguntarse en ningún momento por qué tenía que existir esa línea divisoria, o si existe tal línea. Aprenderá a ser un hombre desdoblado y seguirá adelante en el juego, manteniéndose a horcajadas hasta rajarse y partirse en dos mitades a causa de la prolongada tensión, para ser destruido.

Thomas Pynchon – V. (1963)

 

Obras. 14.6.08.

Al irreverente Mike le gusta decirle cosas a las chicas por la calle. «Que tetas», por ejemplo. O «Te mordería el culo hasta dejártelo celulítico». El irreverente Mike escucha doom metal. El irreverente Mike se considera de derechas. El irreverente Mike nunca tuvo una mascota. Al irreverente Mike le gustaría manejar un colectivo pero nunca sacó el registro. El irreverente Mike no cree en las religiones, pero cree en Dios, en Perón y en la vieja, no la suya sino la del prójimo. En el fondo, todos quisiéramos ser el irreverente Mike, que se parece bastante al buen salvaje rousseauiano, aunque todos sabemos que el buen salvaje era pésimo, que Rousseau era jipi y que los jipis no entienden el doom metal.

Un hombre con una mano atrás y otra adelante es un lugar común.

Un hombre con una mano atrás y dos adelante es un tremendo cuento.