búsqueda laboral, capítulo dos, giro argumental sorpresivo.

Finalmente me llamaron de acá. Me dieron una entrevista para la semana que viene. Gol de Román.

búsqueda laboral

Ellos enquirían:

«Describa sus preferencias o tendencias culturales (Autores, textos, obras de teatro, películas, etc.)»

Y yo contesté:

Así, a pulso, como se me van ocurriendo: Thomas Pynchon, David Lynch, Egon Schiele, Raymond Chandler, Pavement, Robert Rodriguez, The Ramones, Shakespeare, Charles Mingus, Cohen Bros., Roberto Goyeneche, Stanley Kubrick, Los 107 faunos, carteles de propaganda política de primera mitad del siglo XX, Edward Gorey, Ambose Bierce, J.S. Bach, J.L. Borges, Phillip K. Dick, Alan Moore, Terry Pratchett, Lou Reed, Jim Jarmusch, Charles Baudelaire, Banksy, David Bowie, Juan Román Riquelme, Thomas Hobbes, y paro acá porque me estoy yendo de tema.

el día en que su padre lo llevó a conocer el hielo

Hoy tengo una entrevista de trabajo. Ayer me dieron dinero para comprarme ropa prolija y una facha prolija para la cita. Me gustaría decir que lo gasté en drogas, pero no. Tampoco pasé por una peluquería, ni me compré un cinturón. La plata, cinco billetes prolijos, siguen en el mismo bolsillo en el que los guardé por primera vez. Y seguro que llego tarde porque me quedé escribiendo esto. A horcajadas por la vida, como decía P.

thomas p, biógrafo de cabecera

Por descontado, si se hace director de empresa, escribirá. Si es ingeniero o arquitecto, pintará o hará escultura. Andará a horcajadas sobre la línea divisoria, consciente hasta el punto de saber que está recibiendo la peor parte de los dos mundos, pero sin dejar de preguntarse en ningún momento por qué tenía que existir esa línea divisoria, o si existe tal línea. Aprenderá a ser un hombre desdoblado y seguirá adelante en el juego, manteniéndose a horcajadas hasta rajarse y partirse en dos mitades a causa de la prolongada tensión, para ser destruido.

Thomas Pynchon – V. (1963)